105. VILLA DEL CARBÓN
PUEBLO MÁGICO DEL ESTADO DE MÉXICO

Villa del Carbón, folklórico
pueblecito del Estado
de México, está rodeado
de hermosos bosques y presas,
cerros y naturaleza,
paisajes inexplorados.

Villa del Carbón es rica
en fiestas tradicionales,
edificios coloniales,
catedrales y conventos,
lugares de esparcimiento,
y ferias artesanales.

Cerca de Ciudad de México,
abundan sus atractivos,
y centros recreativos,
lindas calles empedradas,
vividas y caminadas,
por extraños y nativos.

Con sus numerosas presas,
pueblo ideal para acampar,
dar un paseo, practicar
la pesca y el canotaje,
para admirar el paisaje,
abordar lancha y nadar.

Cuenta el pueblo con tres presas:
“Presa del Llano”, ubicada
entre montañas, rodeada
por bosques, puedes rentar
una cabaña y gozar,
de una agradable acampada.

La hermosa Presa Taxhimay,
por otomíes habitada,
la población fue inundada,
para construir una presa,
una colosal empresa,
cerca de San Luis situada.

Presa Benito Juárez:
ideal para equitación,
cuatrimotor y ascensión,
de las cercanas montañas,
pernoctar en las cabañas,
y proseguir la excursión.

“Cima del Cerro”, llamado,
en el remoto pasado,
este pueblo fue habitado,
por otomíes y olmecas,
dominado por aztecas,
por el carbón afamado.

Es “La puerta a la provincia”,
con su ambiente colonial,
paraíso vacacional,
de fama consolidada,
amerita la escapada,
a un pueblo tradicional.

Tiene un Teatro al Aire Libre,
es un jardín majestuoso,
con fuente y pinos frondosos,
se celebran festivales,
concursos y musicales,
es un recinto fastuoso.

Data del siglo dieciocho,
Parroquia Nuestra Señora
de la Peña, redentora,
demoró en ser terminada,
cuarenta años, venerada,
es del pueblo protectora.

Es el Cerro de la Bufa,
el sitio de más altura,
que domina la llanura,
ideal para el paisajismo,
practicar el alpinismo,
y vivir una aventura.

Es La Casa del Recuerdo,
sitio que rinde homenaje,
a variados personajes,
de la historia y la cultura,
que en la memoria perduran,
por su talento y coraje.

Destaca por sus magníficos,
trabajos en piel y lana,
de los que el pueblo se ufana:
chalecos, botas, vestidos,
han sido reconocidos,
por su maestría artesana.

Barbacoa y rica trucha,
la comida campirana,
exquisitez mexicana,
allegarse a los Portales,
con sus licores frutales,
como de uvas y manzana.